sábado, 10 de octubre de 2009

SAI BABA


En el devenir de los tiempos aparecen seres humanos unicos por su locuacidad y poder de transformacion uno de ellos es sin duda el maestro espiritual de la india el guia espíritual de millones de seres humanos nos referimos a sai baba.
En los últimos tiempos, Sai Babá se ha convertido en un personaje al menos socialmente, muy controvertido. Mientras algunos artistas, políticos y funcionarios de diversos países han revelado e incluso difundido abiertamente su "devoción" al denominado "Dios Sai Baba", cientos de denuncias de ex-devotos del líder hindú han revelado algunos aspectos desconocidos de su vida que incluyen la violación de menores, enriquecimiento y el permanente abuso sexual a sus seguidores.

En estas páginas dedicadas a este gurú, trataremos de proporcionar únicamente información, tanto desde los que creen que representa a un "avatar mayor" tal como él pretende, a la altura de divinidades como Krishna, o los que afirman que no es nada esto, sinó más bien un peligroso embaucador. La pretensión es que el lector valore los documentos y saque sus propias conclusiones.





l actual Sai Baba, cuyo verdadero nombre es Sathyanarayana Raju nació en Puttaparthi, un pequeño pueblo del sur de la India en el estado de Andhra Pradesh, el 23 de noviembre de 1926, hermano menor de los cuatro hijos descendientes de una familia humilde aunque no tan pobre como suele ser habitual en aquellas zonas rurales, ya que parece que aunque su padre Pedda Raju era campesino y que su abuelo poseía una granja. Según afirman sus seguidores, su madre, Easwaramma quedó encinta de manera sobrenatural, a través de una bola de fuego que descendió de las alturas y la penetró. A los catorce años -luego de algunos hechos considerados por él como sobrenaturales- se declaró como la reencarnación de Sai Baba de Shirdi, el conocido como santo de Shirdi de la región de Maharashtra, quien había fallecido en 1918.


En 1944 realiza su primer viaje como "sabio" a la región de Bangalore. Se deshace de la camisa de rayas y del dhoti (la tela de algodón que se ata alrededor de la cintura, como una falda) por una túnica, que inicialmente es gris claro, después blanca y finalmente de color azafrán. Según se cuenta, desde pequeño tuvo experiencias místicas, y cuando Sathyanarayan contaba 14 años comenzó a "materializar" dulces y flores como aval de su próxima revelación. Poco después, se cuenta que fue picado por un escorpión mientras estaba en trance, y no solo salió indemne, sino que se despertó declarando que "él era Sai Baba", o sea la reencarnación del Sai Baba de Shirdi, y adoptó el nombre de "Sathya Sai Baba", aunque los devotos de aquél se resistieran a creerle y aseguraran que jamás dijo que fuera a reencarnarse.

Entre 1948 y 1950 empezó la edificación del denominado Prasanthi Nilayam ("La Morada de la Paz Suprema"), una especie de centro de adoración y culto que se engloba en una propiedad de 245 hectáreas, un pequeño universo con hoteles, hospitales, centros docentes y hasta una pequeña universidad. Sai Baba tiene otras residencias en Whitefield, cerca de Bangalore y en Kodaikanal, donde pasa los meses de marzo a junio. Entre sus discípulos más cercanos se encuentran personajes de alto rango político y del gobierno indio, como son P.V. Narashima Rao, S. B. Chavan, P.N. Bhagwati y T. N. Seshan. La expansión de su obra es muy amplia y cuenta con cientos de centros fuera de la India. Su comunidad en Argentina es una de las más numerosas. Sai Baba ha salido de la India sólo una vez en el año 1968 cuando viajó a Uganda.

Actualmente es conocido como Bhagavan Sri Sathya Sai Baba (Bhagavam significa "divinidad superior"). Predijo que viviría hasta los 96 años, es decir, hasta el año 2022, y que ocho años después reencarnaría en otro lugar de India con el nombre de Prema Sai Baba.


VISIÓN DEVOTA DEL MAESTRO Y DE SU DOCTRINA

Por: Silvia Alvarez Verdugo (Chile)



En 1970, Bhagavan Sri Sathya Sai Baba declaró al estupefacto editor del Nav Kaal, diario de Bombay, cuando le preguntó cuándo había mostrado los signos del poder divino: "Desde el nacimiento mismo. En realidad... desde mucho antes. Estuve como Sai Baba en Shirdi antes de encarnar en la familia Raju en Puthaparthi... ¡y antes de espíritu Krishna!" " Y agregó: "Eso quiere decir que fui yo quien resolvió nacer. Yo decidí quién habría de ser mi madre".

¿Cómo, se pregunta el mundo, este hombrecito de cabellos hirsutos y mirada penetrante es capaz de asegurar que eligió dónde y cuándo nacer? Y más aún... ¿Es posible que sea, como afirma, la encarnación de la conciencia divina?

Lo cierto es que para millones de seguidores en todo el mundo, Dios está aquí y ahora entre nosotros en la India, manifestado en Sai Baba, el avatar de la Era, aquel que trae un mensaje de sathya (verdad), shanti (paz) y prema (amor) para todos los seres humanos, sin distinción de razas, clases o religiones. Miles de testimonios avalan milagros y profundos cambios en quienes se abren a su infinito amor y a su misión universal, que ha transformado la manera de vivir la espiritualidad en la Tierra.

Sri Sathya Sai Baba conmueve por sus palabras y sus obras trascendentes que abarcan la educación, la salud, la economía, la religiosidad y todos los temas que involucran al hombre y su Dios. Y porque materializa vibhuti (ceniza sagrada), joyas y objetos para sus seguidores, que lo visitan en el ashram de Prashanti Nilayam (la morada de la paz eterna), en un despliegue de milagros imposibles de ser explicados por la ciencia actual. El ayuda a quienes lo invocan a la distancia, resucita muertos, cura cuerpos y almas, entona cantos devocionales que repiten el nombre de Dios y habla sin descanso de los temas divinos que han olvidado los humanos, a fin de restablecer el Dharma y conducirnos "por la vieja carretera que lleva a Dios" y que él llama la gran aventura.

Para algunos se trata sólo de un hábil prestidigitador en busca de adoradores. Los más, saben que el misterio del Maestro sólo puede comprenderse desde el corazón y la conciencia superior. Es el caso del Dr. Samuel H. Sandweiss, un psiquiatra norteamericano que después de batallar arduamente con su mente científica, se enteró finalmente a la evidencia de su divinidad: "En mi opinión, es la prueba viva más brillante, más clara de una realidad superior, que encarna una evidencia objetiva que se puede evaluar y observar. El mismo ha dicho que, en verdad, somos realmente afortunados ya que ningún otro avatar -encarnación de Dios o el espíritu de Dios- ha actuado con tanta libertad y tan abiertamente entre la gente, permitiendo a todos ver y experimentar la grandeza que personifica. Pide a la gente que vaya, lo evalúe, lo escrute, lo investigue y luego saque sus propias conclusiones". ( De su obra: Sai Baba y el psiquiatra.)

Llega un Purna Avatar

No es fácil enfrentarse con la realidad de Sai Baba. La más somera investigación de su vida y sus milagros, sumen a quien la emprende en una suerte de vértigo espiritual que inevitablemente lleva a tener que reconocer a Dios en Cada ser humano. El vislumbre de su divinidad enceguece y demuele las añejas estructuras mentales que nos hacen creer que lo pasajero e ilusorio es importante.

"No me conoceréis en unos minutos, ni siquiera en días; esto es algo que se tiene que realizar por etapas, a su debido tiempo y a través de viveka (discernimiento, facultad de razonar), vairagya (desapego, renunciación) y vichakshana (el más alto intelecto, discriminación)", dice Sai Baba en uno de sus innumerables discursos. Por eso, conocer su biografía tiene el sólo sentido de ver cómo las cualidades que las antiguas escrituras sagradas indicaban como necesarias para el reconocimiento de un purna avatar, se dan en su vida desde el momento de su concepción.

Según los Vedas y otros textos sagrados, cuando la humanidad se encuentra en una gran crisis espiritual llegan al mundo seres conocidos como avatares, encarnaciones de la divinidad, para ayudar a los hombres en su evolución. Para la cultura india, diez avatares deben venir antes de que comience la Edad Dorada; entonces el planeta y sus habitantes vivirán en paz, amor y felicidad. Sathya Sai Baba se reconoce a sí mismo como el décimo avatar, el Kalki, quien ha venido "para alcanzar la meta suprema de unir a toda la humanidad en una familia a través de los lazos de la hermandad, de afirmar la realidad atmica de cada ser con el propósito de revelar la divinidad, que es la base donde descansa el cosmos, y de instruir a todos en reconocer la común herencia divina que une a los hombres, para que puedan deshacerse de la parte animal y elevarse a lo divino que es su meta ". (Mensajes de Sathya Sai. Vol.IX).

Los avatares se reconocen porque pueden manifestar omnipotencia (total control sobre la energía y la materia), omnipresencia (pueden estar en varios lugares al mismo tiempo) y omnisciencia (conocen absolutamente todo, pues poseen conciencia absoluta). Las sagradas escrituras agregan que además, y en forma excepcional, los avatares pueden encarnar como purna avatares, un hecho de tal magnitud que cambia el destino de toda la humanidad. En toda la historia habrían existido tres: Krishna, Rama y hoy, Bhagavan Sri Sathya Sai Baba, poseedor de los 16 kalas o atributos divinos.

Como veremos más adelante, testimonios escritos, videos, programas de televisión, historias contadas con emoción de boca en boca y de país en país, reafirman una y o1ra vez la divinidad de Sai Baba.

¿Porqué el sufrimiento?

Con todos estos poderes, que producen escozor a los científicos, es lógico preguntarse: ¿por qué, entonces, Sai Baba no salva a la humanidad de tanto sufrimiento y desolación? La respuesta la ha dado él mismo muchas veces, como también ha insistido en la imposibilidad de que lo limitado pueda comprender lo ilimitado: " Cualquier solución instantánea iría contra la ley kármica de causa y efecto. La mayoría de la gente vive en el inundo material de sus deseos y egos, que está gobernado por esa ley. Cosechan el fruto de sus acciones. Esto es causa de la evolución e involución. Si el avalar interviniese instantáneamente para resolver sus problemas, detendría toda acción, todo desarrollo, toda evolución. Esta solución se puede descartar porque no se relaciona con las leyes naturales. La otra alternativa es la de una evolución efectiva a largo plazo, mediante la cual el avatar conduce a la gente a un nivel de conciencia más alto, que los capacitará para comprender la verdad de las leyes espirituales, y para dirigirse hacia la rectitud. y trabajar firmemente por mejores condiciones. Esto los volverá a relacionar con la naturaleza y con la ley kármica. Entonces trascenderán el ciclo de causa y efecto del que hoy son víctimas... Tengo que trabajar a través de ellos, despertar al Dios que vive dentro de ellos, y hacerlos evolucionar a una realidad más elevada para que puedan controlar las leyes y fuerzas naturales... Recordad que estas calamidades ocurren, no por lo que Dios ha hecho al hombre, sino por lo que el hombre ha hecho con el hombre. Por lo tanto, el hombre tiene que ser des-hecho y re-hecho, su ego debe ser destrozado y reemplazado por una conciencia trascendente para que pueda elevarse sobre el ciclo kármico, y esto es lo que estoy haciendo actualmente.

Orígenes terrenales

Puttaparti, lugar de nacimiento de Sathya Sai, es una pequeña aldea del sur de la India y a más de mil kilómetros de Bombay. Esta comunidad es similar a cualesquiera de los miles de pueblitos de la India, con pocos habitantes (no más de mil permanentes) y difíciles condiciones de vida. Pero hay una diferencia trascendental: aquí nació Sai Baba el 23 de noviembre de 1926 (según el calendario gregoriano) en una modesta familia encabezada por el abuelo, Kondama Raju, hombre piadoso y muy respetuoso de las costumbres religiosas. La familia Rathnakaram poseía también una rica herencia telugu, en materia de tradiciones musicales, literarias y dramáticas. El hijo de Kondama, Pedda Venkapa Raju (1885-1963), contrajo matrimonio con Mesaragonda Easwara (1890-1972), con quien tuvo cinco hijos, el cuarto de los cuales es Sai Baba, a quien llamaron Sathya Narayana Raju.

Milagros de nacimiento

La llegada de Baba se anunció con milagros, aún antes del parto, lo que fue relatado por Easwaramma -nombre que significa Madre de Dios- a pedido de su hijo: "Mi suegra había soñado con Sathyanarayana Deva y me advirtió que no me asustara si llegaba a sucederme algo por la voluntad de Dios. Esa mañana me dirigí al pozo y, cuando estaba junio a él sacando agua, una gran bola de luz azul vino rodando hacia mí y sentí que me desmayaba, cayendo al suelo. Luego sentí que se deslizaba dentro de mí" (Easwaramma, La Madre Elegida).

Easwaramma quedó encinta y Kondama Raju comenzó a soñar con Venka Avadhootha (un legendario y solitario antepasado de la familia), el cual lo instruía para que estuviese preparado, pero no le indicaba para qué. Durante el embarazo, las noches eran encantadas por la celestial música de los instrumentos de la casa que tocaban solos. Inquieto, Pedda Venkapa Raju consultó a un astrólogo, quien preguntó si la música era dulce y serena, y si había una mujer encinta. El padre contestó que sí. Entonces, el sabio predijo que los dioses tocaban las melodías para deleitar al niño en el vientre de su madre.

Un lunes, día del culto a Shiva, a las 05:06 de la madrugada, se produjo el alumbramiento. El niño fue colocado en una estera cubierta por una gruesa manta, mientras se atendía a la madre. De pronto, vieron que los cobertores subían y bajaban a ambos lados de la criatura. La abuela levantó la manta y descubrió horrorizada que una cobra estaba enrollada allí sin hacer ningún daño al recién nacido. Este es considerado el primer milagro de la encarnación, ya que para los hindúes la cobra es un símbolo de la divinidad y se dice que el dios Vishnu reposaba sobre los anillos de una serpiente. También el dios Shiva lleva una, enroscada al cuello.

El niño fue bautizado como Sathyanarayana -Sathya significa verdad- y desde sus primeros días de vida fue un ser encantador que irradiaba paz y felicidad a quienes lo rodeaban, extendiendo sus brazos a todas las madres de la aldea sin distinción. "Es un niño brahmin", decían ellas.

En vida, Easwaramma no contó demasiadas cosas de la infancia de Sai Baba, aunque un día reconoció a una antigua devota conocida como Shirdi Ma, que a los nueve años lo escuchó llorar: "Me sorprendí mucho porque desde que nació no había llorado nunca. Lo saqué de la cama y lo puse en mi falda. Dejó de llorar. Entonces, vi que la rodeaba un halo de luz brillante, un círculo de luz que irradiaba de él. Pero esa luz no me lastimaba, era tan fresca, pese a su brillo y a su proximidad. Me quedé sentada allí, quieta, sumida en un maravilloso encanto". Cuando llegó la suegra, el niño dormía. Al saber lo sucedido, recomendó a la madre no hablar a nadie de ello: "No lo entenderían. Lo único que harían sería difundir toda clase de historias ". Esta actitud de silenciar y ocultar los prodigios del niño se mantendría en la familia durante muchos años. Y la explicación es simple: no es fácil para nadie aceptar que se convive con un Niño-Dios.

Juego divino

Los juegos del niño estaban impregnados de alegría y amor por la vida. Nada pedía, amaba a los animales y era un estricto vegetariano. Le gustaba sobre todo estar fuera de casa, mirando las maravillas que lo rodeaban, sumido en una silenciosa felicidad. Curiosamente, dentro de su hogar era serio, solemne y hasta podría decirse que indiferente. Inevitablemente, llama la atención de la aldea y Easwaramna teme la envidia, el odio y el "mal de ojo". Los pilluelos de la aldea hacen bromas violentas a Sathya, pero El las oculta para que sus amigos no sean castigados. Su carácter pasivo, generoso, servicial, desprovisto de deseos y venganza, intriga a la familia que decide enviarlo a la escuela, corno una manera de alejarlo de la curiosidad del pueblo.

A los siete años ingresa en la escuela elemental de Bukkapatnam, a cuatro kilómetros de su casa. Cada día recorría a pie esa distancia, y al regresar contaba a los suyos los eventos del día, pero nunca lo que había aprendido. Más bien se refería a lo que El le había enseñado a sus compañeros e incluso, a sus profesores. Como la anécdota sucedida con un maestro llamado Kondappa, quien, al descubrir que Sathya no anotaba su dictado, le preguntó por qué. El niño respondió que no necesitaba hacerlo, ya que sabía la materia. Ante esto, el maestro se enfureció y lo castigó obligándolo a estar una hora de pie. Cuál no sería su sorpresa cuando quiso levantarse de su silla y no pudo hasta que Sai Baba lo quiso. Años más tarde, el Swami aclararía que no tuvo intención de humillar al hombre: "Simplemente había llegado el momento de hacer un anuncio más resonante respecto de que yo no era únicamente un niño humano".

Después de esto, Sathya comienza a ser adorado por sus condiscípulos y maestros y, al finalizar el período, fue declarado el mejor alumno del área en Penukonda. Los habitantes de Bukkapatnam organizaron una procesión en honor del Niño Divino.

Sathya recorre los alrededores de Puttaparti, siempre rodeado de amigos a quienes deleita y asombra con dulces y juguetes que materializa de la nada. Mientras transforma sapos en golondrinas y otorga regalos, enseña a sus amigos a entonar cantos divinos y los insta a reverenciar la vida de animales y hombres. También crea constantemente "vibhuti", la ceniza sagrada.

A los nueve años, Sathya es un consumado artista, capaz de competir con los mejores y, de usar sus habilidades para denunciar las injusticias. Su misión social ya se vislumbra en esa época, cuando a través de sus versos las emprende contra el hombre más adinerado del pueblo, a quien además, le hace desaparecer su bigote estilo Hitler. Con sus cantos, combate el analfabetismo, la prostitución, el alcoholismo y las deudas agrícolas. Los mayores se preguntaban inquietos de dónde había sacado el niño esa chispa revolucionaria y comenzaron a preocuparse por él.

Temiendo las dificultades que estos comportamientos y milagros podía traer sobre Sathya y su familia, el padre decide enviarlo a casa de su hijo mayor, Seshama Raju, quien era profesor en la escuela Superior de Uravakonda, Monte de la Serpiente, a sesenta millas de distancia. En este período, Sai Baba soportaría las pruebas más duras de su vida, originadas por la creencia de los suyos de que estaba "poseído" por algún espíritu maléfico. Se lo obligaba también a realizar pesadas tareas, como acarrear agua al hombro seis veces al día, desde un pozo ubicado a más de un kilómetro. Como siempre, nunca se quejó por nada.

La anunciación

El 7 de mayo de 1940 es considerado por sus biógrafos como el comienzo de la anunciación de su divinidad. Mientras se lavaba las manos, Sathya es, al parecer, picado por un escorpión, y cae en un estado de profundo sueño que dura varios días, después de lo cual no quiere comer ni beber. Se agrava físicamente; desarrolla profundas transformaciones en sus planos físicos, mental y espiritual. Conversa con seres invisibles y parece inconsciente de lo que ocurre a su alrededor. Llaman a sacerdotes, astrólogos, palmistas, naturópatas, homeópatas, pero nadie puede curarlo. Finalmente, lo llevan de regreso a Putthaparthi. Sólo al abuelo Kondama Raju se le ocurre buscar una explicación en los Puranas y el Yoga Vasishta, el famoso texto sánscrito, para calmar a los padres. Allí se relata que Rama tuvo -aproximadamente a la misma edad- un mal parecido: "Su cuerpo adelgazó, su mente revoloteaba de una idea a otra, permanecía sentado en silencio y quieto, como una pintura en el muro". La idea de que Sathya fuera un ser divino no convenció a los demás, aunque sus hermanas anotaban sus enseñanzas. Easwaramma las detuvo, temerosa de que fueran conocidas por los patriarcas y hombres poderosos, blanco de sus expresiones.

Un cónclave familiar decidió que el niño estaba poseído por un espíritu maligno y se optó por llevarlo a un exorcista en Brahmapali. Este aplicó al niño un horroroso tratamiento, azotándolo una y otra vez para expulsar "el mal". Finalmente, le hizo un corte en la cabeza y exprimió limón sobre la herida. Después volcó encima agua helada y una sustancia corrosiva. Sai Baba nunca demostró que sentía dolor. Con el rostro y los ojos inflamados, sólo recitaba las Sagradas Escrituras. Después de este episodio, la fama de Sathya aumenta y también los conflictos familiares.

El enigma se revela

La situación era desconcertante. Sathya, siempre rodeado de adoradores, continuaba materializando regalos y hablando de asuntos divinos y terrenales. ¿Con qué derecho?, se preguntaban muchos. El padre, desesperado, lo increpa en público cuando el niño tiene 13 años: "¡Para qué este estúpido teatro! ¡Dime, ¿eres un fantasma, un bribón o un loco de remate?. ¿Eres Dios?¿Eres Narasumha o Narayana?" "¡Yo soy Sai Baba -afirma Sathya con tranquilidad. He venido porque Venka Avadhoota y otros santos oraron por mi venida. Te bendeciré y, eliminaré todo lo que te causa problemas. Adórame cada jueves, día del Maestro espiritual. Mantengan todas las mentes y los hogares puros."

En la aldea no sabían quién era Sai Baba hasta que llegaron noticias de que se trataba de un santo varón que residió en Shirdi, encarnación de Shiva, que fue seguido por hindúes y musulmanes. Antes de morir, en 1918, este avatar anunció que renacería en Putthaparthi en ocho años más. Una de sus características era regalar a sus seguidores ceniza bendita que sacaba de un fogón siempre encendido.

"Pertenezco a todos"

Sathya se volvió más tranquilo y obediente, y los suyos se calmaron un poco pensando que era mejor creerse encarnación de Sai Baba de Shirdi que de Dios. Lo enviaron de vuelta con su hermano para que continuara los estudios y, quizá, olvidara la misión que decía tener. Retoma la escuela, pero su comportamiento es extraño. Una mañana de octubre, en 1940, anuncia a sus compañeros que dejará el colegio para siempre: "¡De ahora en más, ya no les pertenezco! ¡Pertenezco a todos! ¡Soy Sathya Sai Baba! ¡Mi misión ha comenzado!".

"Ellos son maya"

A los 14 años, Sai Baba ya irradiaba la poderosa fuerza de su misión. El sentido de todas sus actividades de esos años y los posteriores, fueron explicadas por El mismo en uno de sus discursos, en el cual sintetiza el plan divino que lo trajo a la Tierra:

"Los primeros dieciséis años de esta vida han sido y lo he dicho varias veces anteriormente, el período en el cual predominan mis balalilas (juegos divinos de juventud), y en los dieciséis años que siguen se producen los mahimas (glorias, milagros), para dar santosha (alegría) a esta generación. Pero santosha o felicidad son sensaciones de corta duración; vosotros tenéis que capturar este estado y convertirlo en una posesión permanente de ananda o bienaventuranza. Pasado los treinta y dos años me veréis más activo en dar upadesa (instrucción espiritual), es decir, señalar los errores humanos y dirigir al mundo por el camino de Sathya, shanti y prema.

"Esto no quiere decir que esté determinado a excluir de mi actividad los lilas (juegos divinos) y mahimas en lo sucesivo; se trata del restablecimiento del Dharma (los dictados de Dios, el deber del hombre, código de moralidad y rectitud), la corrección de la falsedad de la mente. A continuación, mi propósito es guiar a la humanidad al sanathana Dharma. " (La antigua Sabiduría. El camino eterno, la eterna religión, Maanasa Bhajare, Mensajes de Sathya Sai. Vol.I).

Uno de los momentos más impactantes para quienes lo rodeaban, especialmente su familia, fue cuando sus padres, alarmados por las noticias que circulaban en la región, viajaron hasta Uravakonda. Allí encontraron a su hijo asediado por los visitantes. Su hermano se dirigió a Sathya y le preguntó: "Dime quiénes son estos". La respuesta fue demoledora, ya que como en los Vedas, el adolescente respondió: "Ellos son maya, una ilusión divina" No es de extrañar el paralelo que constantemente se hace entre Sai Baba y Jesús, ya que tanto este tipo de episodios como el contenido de las enseñanzas, son absolutamente coincidentes.

La morada de la paz

Entregado a servir a la humanidad, Sai Baba regresa a su aldea natal y se instala en la casa de una familia adinerada, hasta 1944, cuando decide vivir solo. El aislamiento de Puttaparthi no es obstáculo para que lleguen cada día miles de peregrinos buscando iluminación espiritual o sanación de sus males. Enfermos y desposeídos reciben la atención personal del Maestro. Nadie se va sin una esperanza.

Llegar a la aldea no era fácil. Después de viajar en tren hasta Penukonda, había que seguir en bus, carreta y a pie, hasta cruzar el río Chitravati, a cuya orilla está el pueblo. Sai Baba instala su primera comunidad en un humilde templo de cuatro metros cuadrados, al lado del cual se alojan los devotos en una galería para hombres y otra para mujeres.

Muy pronto el ashram es chico y el Maestro construye otro, a cuatro cuadras. El en persona supervisa la obra y, el día de su cumpleaños número 25, inaugura Prashanti Nilayam, La Morada de la Paz Eterna, que crecería hasta convertirse en uno de los centros más importantes de la espiritualidad humana.

Un centro del amor

Hoy se viaja hasta Prashanti Nilayam en bus o taxi. Aquí la humanidad toda se da cita para compartir los valores universales de la espiritualidad, sin distingos de clases, razas, religiones o idiomas. Rara vez Sai Baba ha salido del lugar, donde recibe a cientos de miles de devotos que vienen desde los más lejanos lugares de la tierra a vivir la experiencia más trascendente de su existencia.

Nadie permanece indiferente después de visitar el ashram al que se accede después de cruzar un arco rosa y pastel, en cuya parte superior dos ángeles sostienen el emblema de la Organización Sai Baba: el Sarva Dharma, una flor abierta que muestra a cada religión en sus pétalos, símbolo de unidad de todas. Dentro hay un Hospital de Altas Especialidades Médicas, una Universidad, colegios, un estadio, un planetario, una gran cantidad de edificios y varias construcciones redondas donde se alojan los visitantes, en simples habitaciones para cuatro o cinco personas. Las comidas se realizan en comedores comunes y los gastos de cada persona no superan un dólar al día. Los servicios educativos son completamente gratis.

El centro del ashram es el templo o Mandir, pintado de celeste, rosa y amarillo pastel, los colores de la mitología hindú. Hay una galería techada (la veranda), donde se sientan los invitados especiales de Sai Baba durante las ceremonias. Al final, en una habitación pequeña, Sai Baba concede entrevistas privadas.

La vida en el ashram comienza a las 4 de la mañana con el Omkar, la repetición 21 veces del OM. Luego se canta un himno divino y una procesión recorre el lugar entonando cantos devocionales, para despertar a los hombres con Dios en sus corazones. Enseguida viene el momento más esperado por todos: el Darshan -visión del ser divino- hecho que ocurre dos veces al día, cuando Baba sale de su vivienda y se pasea entre hombres, mujeres y niños, desplazándose como si no pusiera sus pies en la tierra.

Su rostro, dicen, parece estar en todos y con todos y da a cada cual lo que necesita. Recoge cartas, materializa vibhuti y regalos, siempre sonriendo con placidez y reinando sobre cada instante y cada movimiento. A veces, entona junto con sus devotos los cantos devocionales, a los cuales otorga especial importancia, ya que "permiten que el hombre no olvide a Dios".

El material testimonial de lo que aquí ocurre es realmente impresionante, como también la extensa obra que reúne los mensajes y discursos de Sai Baba, que apuntan fundamentalmente a la transformación y la autorrealización del hombre y a la unidad por el amor. En la actualidad, más de diez mil Centros Sri Sathya Sai en el mundo llevan a cabo la misión encomendada por el Maestro, guiados por un código de conducta que considera la meditación y la oración diaria, así como el trabajo social de ayuda a sus comunidades, y por los Diez Principios que forman la base para la "Integración Mundial de la humanidad" y que incluyen temas como el soborno, la caridad, el servicio y la higiene.

FUENTE;
http://usuarios.lycos.es/dmilocco/textos/Biogr_Baba.htm


DIRECTRICES DE SU DOCTRINA

Afirman que la misión de Sai Baba no incluye la creación de una nueva religión, secta o culto, lo cual ha motivado que personas de diferentes religiones se acerquen a él sin en principio tener que renunciar a su credo, aunque al final terminen haciéndolo. El carácter universal de su misión esta representando en el Sarva Dharma o emblema que simbólicamente engloba a todas las religiones.

Según dice el principal fin es "estimular y motivar al individuo en la búsqueda de la autorrealización. Las personas que tienen su propia fe deben profundizar en ella, sin que se les perturbe".

La doctrina de Sai Baba nos habla de un "triple Avatar" (divinidades descendidas sobre hombres o animales). Según parece, la Conciencia Suprema (Dios) debe manifestarse en tres Avataras sucesivos. El primero fue el Sai Baba de Shirdi, en el que se habría reencarnado el aspecto femenino de Dios (Siva). El segundo es Sathya Sai Baba, en el que se habrían reencarnado tanto el aspecto masculino como el femenino de la divinidad (Siva/Shakti), y el último será el "Prema Sai Baba", que no nacerá hasta 8 años después de la muerte del actual Sai Baba, y en el que sólo se manifestará Shakti, y será la expresión del amor puro. Para este tercer descenso, se ha predicho incluso la región, que será la de Karnataka, cerca de Misore.

Llegados a este punto, hay que dejar claro que ningún estudioso de los Vedas ha conseguido encontrar la menor referencia a este triple avatara, por lo que parece una estratagema destinada al doble propósito de legitimarse en el pasado y perpetuarse en el futuro, ya que, sin duda, 8 años después de su muerte alguien será proclamado tercer avatar como reencarnación del actual.

Sathya Sai Baba tiene en gran consideración a Jesucristo y otros "personajes" como Aurobindo, Ramkrishna, etc., pero los considera tan solo "avataras parciales". De Jesucristo suele hablar con frecuencia e incluso el 25 de diciembre se celebra una especie de auto sacramental con modificaciones que podrían calificarse de entre peculiares y alucinantes. Esto parece deberse al deseo de Sai Baba de facilitar el acceso de los cristianos al saísmo.

De Sai Baba se cuentan todo tipo de prodigios. Por ejemplo se dice que comenzó a hablar el sánscrito sin haberlo estudiado jamás, y también que su alma se ha reencarnado 101 veces para ayudar al pueblo indio y ahora por fin a toda la humanidad. En honor a la verdad, hay que decir que su organización ha llevado el agua potable a cientos de localidades en la India, aunque eso sí, el pozo siempre se coloca junto a un templo donde adorar a Sai Baba. También disponen de una Universidad gratuita donde se inculca el amor a la india y el hinduismo.

Según sus discípulos, Sai Baba hace milagros como Jesús y además materializa cosas salidas de la nada; también tiene la facultad de variar el tamaño y peso de su cuerpo a voluntad, y por supuesto tiene el don de la bilocación. Debemos mencionar, no obstante, que en cierta ocasión en que se decidió a materializar un reloj de oro delante de las cámaras de televisión, se comprobó que no era más que un buen truco de ilusionismo. Como también se comprobó que era un truco la supuesta materialización de cierta "ceniza sagrada".

El 1 de noviembre de 1976, Sai Baba declaró que el Saísmo era la esencia de todas las religiones, por lo que se considera esta fecha como su institucionalización como religión. Como prueba de su sincretismo, el saísmo acepta como símbolos la cruz, la media luna, la rueda budista, el loto hindú, etc. Según Sai Baba "lo importante es que cada cristiano sea mejor cristiano, cada musulmán mejor musulmán, etc.", aunque es el saísmo el que nutre y sostiene a todas las demás religiones, formando una especie de atmósfera suprarreligiosa que las recubre facilitando su verdadera comprensión. Más aún, el mismo Sai Baba es "la religión", "el avatar de todos los dioses hindúes", "el cristo cósmico", "el que es uno con el padre", etc. Aunque cuando hay oyentes cristianos parece que suele moderar sus exabruptos cristológicos.

Sus adeptos deben participar en reuniones en las que se cantan himnos de alabanza y entrega ante un retrato de Sai Baba, que suele estar rodeado por otros de Jesucristo, la Virgen, Buda, dioses hindúes, etc. Además deben trabajar para conseguir que todas las religiones converjan hacia el saísmo, de modo que se pueda inaugurar una nueva era de acuario que habrá de durar 25.000 años. Y por supuesto deben hacer proselitismo para conseguir que el 2% de todas las naciones se conviertan, pero procurando que ese 2% sea el de los gobernantes y los hombres poderosos.

Sobre las aportaciones económicas no se tienen datos fiables, pero dado el poder económico de su organización no deben ser ninguna tontería. Según datos de la propia organización, en 1994 contaban con 32 millones de adeptos en la India, y bastantes menos en el resto de países. Actualmente están establecidos en casi toso el mundo y se expanden con bastante éxito por Sudamérica y Europa.

En cuanto a su relación con su supuesta anterior reencarnación, a pesar de haber adoptado sus enseñanzas, e incluso sus frases como "Mi vida es mi mensaje", etc., los devotos del Sai Baba original siguen sin aceptarle y le consideran una burda imitación, siendo esta opinión compartida por numerosos estudiosos del hinduismo. De hecho se han publicado varios libros sobre el tema, entre ellos "El avatar de la oscuridad". Hoy en día se espera que aparezcan algunos más, y según parece, uno de ellos contienen un minucioso testimonio de un norteamericano que sufrió los abusos sexuales del gurú cuando tenía 16 años.

Sai Baba se ha hecho famoso por sus curaciones, por la supuesta materialización de una variedad de sustancias que reparte entre su público (incluyendo comidas calientes y líquidos), y especialmente una especie de polvillo blanco o "vibhuti", que aparece en su mágica mano. Lo más curioso, es la aparición de objetos de elevado valor, gerenalmente en oro (no se prodiga en metales mas simples) y que suelen ir destinados a personas de cierto rango social. Uno se pregunta modestamente, el porqué de esta discriminación y el porqué de la necesidad de esta ostentación. Tal vez el "producir" bienes útiles para los numerosos vecinos suyos, extremadamente pobres descastados, redundaria en mayor exaltación de su santidad. También se le conocen facultades de bilocación, teleportación, levitación y precognición, y por sus fenómenos luminosos. Ha sido objeto de limitados estudios por parte de los investigadores psíquicos de Occidente, que no han podido probar la validez de sus proezas paranormales.

Muy pronto, Sathya Sai Baba atrajo a seguidores asombrados ante sus milagros y cautivados por su personalidad aunque muchos lo criticaron y rechazaron. Erlendur Haraldsson, psicólogo de la Universidad de Islandia e investigador psíquico, comenzó en 1973 una investigación de los fenómenos paranormales relacionados con Sai Baba que se prolongó durante diez años. Para ello debió realizar varios viajes a la India a fin de entrevistar a Sai Baba, a sus seguidores y a sus críticos, siendo acompañado varias veces por Karlis Osis, quien por aquel entonces formaba parte de la American Society for Psychical Research; en una oportunidad por el doctor Michael Thalbourne, de la Universidad de Washington; y en otra ocasión por el doctor Joot Houtkooper, de la Universidad de Amsterdam. Sai Baba se negó a someterse a experimentos controlados a fin de verificar sus facultades psiquicas haciendo de esta manera imposible la obtención de pruebas irrefutables. Las investigaciones de Haraldsson establecieron que las predicciones precognitivas de Sai Baba no siempre son precisas así como que no todas sus curas son efectivas.

LA ORGANIZACIÓN

Los detalles de cómo funciona la organización de Sai Baba fueron revelados por Harii Sampath, ex-miembro del Cuerpo de Inteligencia y Seguridad del Ashram Prasanthi Nilayam. En una carta el ex devoto dice "Quiero compartir con todos varias observaciones que pude hacer acerca de la operación Sai Baba durante mis años como miembro del cuerpo de inteligencia y seguridad del Ashram. Primero les quiero contar lo que sé por conocimiento direct: Sai Baba es un tremendo fraude y tiene mucha gente ayudándole en diferentes niveles. La mayoría de la ayuda más seria y la asistencia más activa procede de un círculo de no más de seis a diez individuos, casi todos indios, que han estado con Sai Baba desde hace décadas. Es este grupo precisamente, el que tiene un control total de los fondos y que responde sólo y directamente a Sai Baba".

Más adelante revela, hay un segundo nivel de personas, probablemente un número entre doce y veinte, esto incluye a algunos extranjeros y que responden algunas veces directamente a Baba, pero por lo regular tienen que ir a través del círculo más cercano. Estos no controlan los fondos, pero si tienen un acceso limitado a algunos de los recursos, según les permitan Sai Baba y su círculo más íntimo.

Según Harii Sampath algunas de las funciones del segundo grupo es apoyar la base del primer grupo manteniendo el mito de Sai Baba "vivo" en el extranjero, promoviendo actividades entre los devotos extranjeros, organizando sutilmente las donaciones de grandes cantidades de dinero y lo más importante de todo, promoviendo el espectáculo de los "milagros", tanto entre los devotos nacionales como entre los extranjeros.

El círculo más íntimo y más cercano a Sai Baba son por lo regular miembros del equipo central de Sai Baba y muy raramente estos cambian. También se incluye a hombres muy eminentes con altos cargos, pero estas "figuras públicas" nunca reciben la autoridad para manejar los fondos, sino que más bien están para servir de enlace efectivo en las antesalas del poder y añadir un aura de seriedad a la Organización Sai.

La recompensa que reciben estos ejecutivos de más bajo nivel por su "lealtad", suele ser una entrevista anual con Sai Baba, concertada por los miembros del segundo nivel. La mayoría de estas personas no conocen la historia de Sai Baba completa, y algunos de ellos hasta se creen que Sai Baba es "divino" y poderoso. Otros saben exactamente lo que está sucediendo y están solamente cumpliendo con su papel para recibir "promociones" como lo harían en cualquier otro negocio. Estos son los que preparan todas las conferencias.

CONSTRUCTIVISMO

El realizar un análisis de lo que es el constructivismo, considerando las diversas variables y puntos de vista desde una concepción filosóf...